Los virus digitales ya no necesitan un correo sospechoso para invadirte. Se esconden en extensiones, descargas y hasta en páginas que parecen inofensivas. Y sí, los expertos tienen una lista infinita de nombres, pero lo importante es entender algo básico: los tipos de malware y cómo protegerse son temas que deberían preocuparle a cualquiera con conexión Wi-Fi.
El malware de hoy no busca destruir tu computadora; quiere algo más valioso: tus datos, tu tiempo y tu tranquilidad. Algunos te secuestran los archivos, otros espían lo que escribes, y otros usan tu PC para minar criptomonedas mientras tú te quejas del lag.
El ransomware es el más directo: bloquea tus documentos y te pide rescate. Luego llega el spyware, el metiche digital que registra tus movimientos. Los troyanos son los falsos amigos que parecen útiles, pero abren puertas al caos. Y el criptojacking… bueno, ese convierte tu computadora en un minero de bitcoins sin que lo sepas.
Cada uno actúa diferente, pero todos comparten un objetivo: infiltrarse sin que lo notes. Lo peor es que ni siquiera hace falta ser descuidado. Basta un clic curioso para que empiece el problema.
¿Y cómo protegerse?
No se trata de volverse paranoico, sino de tener buenos hábitos:
- Actualizar tu sistema y tus apps.
- Evitar descargas de sitios raros.
- Hacer copias de seguridad.
- Y, sobre todo, desconfiar del mensaje que promete “algo gratis” o “demasiado bueno para ser cierto”.
Porque en internet, la verdadera vacuna no es un antivirus: es la desconfianza sana. Y cuando se trata de tipos de malware y cómo protegerse, la regla es simple: si algo parece inofensivo, probablemente ya te hackeó.